CO-CREADORES DE NUESTRA REALIDAD. LO QUE CREES…LO CREAS
Dra. Beatriz Quintero
Son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo.
Hoy sabemos que la autoconfianza, el entusiasmo y la ilusión pueden favorecer funciones superiores del cerebro, y la zona encargada es la corteza prefrontal. Allí tiene lugar el pensamiento más avanzado, se inventa nuestro futuro, valoramos alternativas y estrategias para solucionar problemas y tomar decisiones; está Íntimamente influida por el sistema límbico, nuestro cerebro emocional.
El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que al interactuar con el organismo produce cambios físicos muy profundos.
Se ha demostrado científicamente que manteniendo un pensamiento negativo por un minuto deja al sistema inmunológico “indefenso” durante seis horas.
Así mismo, la sensación de agobio permanente, produce cambios sorprendentes en el funcionamiento cerebral y hormonal; lesionando neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo y afectando nuestra capacidad intelectual al dejar sin riego sanguíneo zonas involucradas en la toma de decisiones adecuadas.
Para contrarrestar la preocupación debemos llevar la atención a la respiración abdominal, la cual produce cambios cerebrales favoreciendo la secreción de hormonas como la serotonina y endorfina y mejorando la sintonía de ritmos cerebrales entre ambos hemisferios.
Cuando aprendemos experiencias nuevas, cientos de miles de neuronas se reorganizan. La ciencia ha demostrado que, además de permitir que el entorno modere nuestro cerebro, podemos crear conexiones en él, solo enfocando nuestra atención en un pensamiento.
Si el pensamiento que transmites sobre lo que quieres es bien claro y definido, lo atraerás. Puedes crear tu propio mundo.
Por eso debes preguntarte ¿Qué estás transmitiendo al universo? Pues de ello dependerá lo que recibas. Lo importante es que hagas consciente este proceso y cambies la energía que comunicas; esto lo haces primero cambiando el pensamiento, saliendo de la rutina, de nuestro tiempo y de nuestro cuerpo. Imaginar situaciones deseadas es una forma muy sencilla de hacerlo ya que, el subconsciente no diferencia lo real de lo que soñamos o imaginamos.
Así ponemos en marcha las funciones celulares de la felicidad: serotonina, endorfinas, dopamina, y co-creamos con el universo. Podemos relajarnos, confiar en la vida y disfrutar de nuestra existencia. Compartir e interactuar con las personas es lo que verdaderamente nos va a hacer felices. Somos seres espirituales y además de las cosas necesitamos nutrirnos de amor, compartir y sentir paz y serenidad.
Por ello, quienes tienen un pensamiento tóxico constante: rabia desasosiego, desesperación, no importa a quién culpen de sus desgracias, a los únicos que les hacen daño, es a ustedes mismos.
¿Cómo lograr que tus pensamientos creen la realidad que deseas?
Imagina el escenario deseado, así activaras funciones celulares y secretaras las hormonas necesarias para ello.
Relájate y confía, así aquietas tu mente, eliminas el miedo y confías en la vida.
Mantén pensamientos positivos y la manera más fácil de adaptarte a ello es usando afirmaciones positivas a diario, así sustituirás lo que has venido diciendo desde niño y que ha influenciado en tu realidad actual.
Abandona la queja, nada justifica quedarte en lamentaciones, justificando en otros tu desgracia. Levántate, piensa y hazte responsable de tu mundo.
¡El momento es ahora!
Dra. Beatriz Quintero
Medico Especialista en Medicina Familiar
Psiconeuroinmunoendocrinologa